Era el hombre ideal. Atento, cariñoso, culto, un gran amante. Yo estaba locamente enamorada de él. Incluso respirar me costaba si no le tenía a mi lado.
Fue una suerte que a mi marido le diagnosticaran una depresión con tendencias suicidas.
Una escueta nota a máquina, una firma bien imitada, y un bote de sus pastillas en la mesilla.
Por fin era libre para amar con intensidad.
(C) María Dolores Cano Menárguez
2 comentarios:
Muy buenos
Hola, buenos días. He publicado el micro "Por fin yo" en mi blog, IoSonoValeria. Si tenéis algún inconveniente, por favor, hacedmelo saber. Me ha parecido un micro bastante acertado y he querido que mis lectores disfrutaran de él. Un cordial saludo, Valeria Tittarelli.
Publicar un comentario