lunes, 23 de agosto de 2010

Y creó el mundo

lzó el dedo y creó el mundo en siete días. 
El décimo día se paseó por el mundo que había creado y le gustó que lo vio. Todo era verde y azul, se respiraba bien, olía a naturaleza. 
El duodécimo día una gran humareda le despertó de la siesta. Desde una nube observó que varias ciudades estaban ardiendo. Movió la cabeza contrariado, pero volvió a dormirse.
Un griterío ensordecedor le hizo estremecerse en su cama. Miró hacia abajo. Hombres, mujeres y niños corrían gritando enloquecidos hacia todas partes y hacia ningún lugar. Era el décimo cuarto día.
El décimo octavo día se paseó de nuevo por el mundo. El color gris se había adueñado de todo. El olor era nauseabundo.
Hastiado y desilusionado, lo destrozó en siete segundos.


© Elena Casero

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